Un cuestionario de subrogación

En referencia a la amnistía 

Componendas a la política

Sería recomendable que la política no funcionara como una empresa, una empresa que hace por vender una marca a través de generar confianza en el cliente para tratar de vender su producto en el mercado. En política; al contrario de lo que sucede en una empresa con una línea de negocio, ya que el producto "en política" fuere el político en sí mismo; si comercias con las doctrinas como en una campaña de primavera-verano, sucede que no pueden entrar los más preparados a la política porque, entre otras cosas, los asesores están mucho mejor preparados, de tal modo que para que esto funcione en una dirección acorde a esos objetivos los asesores les dicen a los políticos lo que tienen que hacer o lo que no. 

Otra cosa sería que se discutieran las doctrinas, se debatieran los argumentarios y lo que llegara a la opinión pública fuera el consecuente florecimiento del pensar y las ideas, pero tal y como está montado el "chiringuito político", que está muy bien montado para algunos, es que a partir de que un mensaje no fuese único, quien es el líder para la gente estaría en continua discusión, como también señalado, y eso pondría en cuestión la marca y el liderazgo de la directiva. En esta política… No se trata de vender las mejores ideas sino que se trata de vender las ideas mayoritarias.

¿Qué pasa con un Partido Político cuando hay dentro alguien muy válido (que pueda poner en entredicho lo que dicen los puestos de liderazgo o que no siga la narrativa marcada por el partido)? 

Pasa que un Partido es un servicio público para el ciudadano, no es una empresa que tenga algo que vender y en la empresa tipo, como tal, cuantas más mentes brillantes trabajando para perfeccionarlo, eso va a hacer que llegue al cliente un mejor producto o servicio¹

(que de ser así el Político en la praxis, sería una extraordinaria política la de debatir las ideas más brillantes sin importar la cuota de poder, pero son funcionarios de una empresa: ni la hacen funcionar ni hacen el emprendimiento) 

1. Cuando los diputados en vez de poner la solución en los problemas reales de la gente, niegan la mayor en su retórica con tal de no dañar la reputación del partido aunque sea al ciudadano final al que le va a tocar pasar por esta encrucijada.

Pasa que un Partido tiene la responsabilidad pública para con el ciudadano, no es una empresa del tipo, en la que si no se siguen las pautas del proyecto en todos y cada uno de los departamentos empresariales no habría forma de sacar al mercado producto ni servicio²

(por contra de lo que sería la excelencia en política para un político inteligente o apasionado de la política, sin tener que orar con un discurso conjunto de partido que no es el suyo, pero una empresa de funcionarios o un servicio público privatizado, ni funciona ni emprende) 

2. Cuando todos los diputados tienen el mismo discurso de partido que parece que se han puesto de acuerdo para que pasen inadvertidos los problemas de sus conciudadanos sobre un determinado tema.

¿Qué pasa con los Partidos Políticos? 

Lo que pasa es que no tendrían que hacer con las políticas —como si fuesen oferta y demanda— una subasta de ideales al mejor postor, y para cuando les hayan sacado rédito tratar los asuntos políticos en torno a un relato que los mantenga en el poder. 

Lo que pasa es que lo que tendrían que hacer bien es Política: la buena organización y gobernanza de las sociedades en las Polis, y no es buena idea para el "negocio" de la política que a los políticos se les vea al lado de alguien muy competente o de alguien con muchas y muy buenas ideas porque las comparaciones son odiosas y, además, porque el ciudadano de a pie necesita poner su confianza en alguien con quien se identifique y le valide, no con quien le haga dudar de su valía al ver confrontadas las ideas con las que predica. 

Con lo que los más talentosos prácticamente tienen la puerta cerrada para trabajar en la política y, por si no fuera poco, entre las gentes no se dan a conocer los talentos de la política.

He ahí donde radica la clave de este "marketing" político, es más fácil juntar a una mayoría mediocre que hacer valer las buenas ideas entre gente que piensa distinto, y que la gente las valga, de modo que seguramente habría menos "clientes" dispuestos a "comprar" este "producto" - a este político con ideas razonables y bien documentadas. [Quien dice mediocre, dice gente a la que no le importa la política, que para el caso es lo mismo, es decir, si la política está fuera de sus intereses es evidente que no va a tener un buen nivel en esta, y se juega con eso a la hora de mediatizar las elecciones, que es cuando más vas a ver en los medios de comunicación la imagen del político que más se parece a lo que quieres ver.]

Desde otra perspectiva estas empresas de política, o esta política que funciona como una empresa es el hándicap del político vocacional, que no le queda otra que aceptar las reglas del juego y tener que estar bajando su nivel constantemente si quiere dedicarse a la política, para que su mensaje tenga mejor aceptación por una amplia masa de gente.

Ahora bien, porque la mayoría piense una cosa no significa que esté bien ni que sea la verdad, ya que si tuvieras una "empresa" de la que dependiera tu sustento vital, no contratarías a ninguno de estos "políticos" para dirigirla. 

Lo que indubitablemente lleva a pensar… Que si no confías en ellos ¿por qué les votas?... Que si no confiarías en ellos para administrar tus bienes ¿por qué sí los de todo un país?... En medio término, ¿no debería ser una prescripción que antes de votar se haya de leer el programa electoral y no lo que salga en los medios, que quizá no sean los adecuados para este cometido teniendo en cuenta que tienen una línea editorial? 

Por menos, el voto es un deber para un ciudadano que piensa que el gran político es aquel que ha de tener un currículum en el que se describa que ha estudiado o trabajado (¡) de otras cosas para trabajar en la política (!) 

Y para el político que subraya que ha trabajado o tiene estudios (¡) en otros trabajos para demostrar su aptitud para esta profesión de la política (!).

Harían bien en hacer uso del acto de representación… y más cuando se televisa o se radia en los noticiarios, o lo que antes llamaban el NO-DO. También, según el principio de autoridad, de esta manera se mantiene el statu quo, porque así el buen ciudadano seguirá año tras año soplando las velas de la tarta, mientras se queja de que los que se llevan parte y media es porque están corruptos, con el socorrido argumento de que «si ellos pudieran harían lo mismo», porque »esto está montado así», 

como si no estuvieran dispuestos a pasar el cuestionario de subrogación.

*como si no estuvieran dispuestos los políticos a pasar el test de subrogación y los ciudadanos a pasar el test de subrogación (estos segundos aprobarlo para después ser ellos los que están en posición de pasarlo para que lo hagan los demás).

#Literatura

Un cuestionario de subrogación

Como para la política. Sirve para cualquier tipo de colectividad en la que tienes que pasar un test catenario para formar parte

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